El practicar deporte está de moda y eso es algo muy palpable. Cada vez hay más gimnasios, eventos (como carreras populares, triatlones, marchas ciclistas, etc.) y por lo tanto hay más personas que se preocupan por llevar un estilo de vida sano que le permita mantener el ritmo de sus entrenamientos. Desgraciadamente el mundo de internet y el intrusismo por parte de «profesionales» poco o mal cualificados, provoca que circulen una serie de leyendas urbanas en torno a la nutrición deportiva, que muchos terminan por creerse, cosa que puede llegar a ser muy perjudicial para la salud. Por ello hoy me gustaría desmitificar 4 mentiras que hoy en día se cuentan sobre la nutrición deportiva.
4 Mentiras clásicas
– Como aumenta el gasto nutricional, se tiene más déficit de nutrientes y siempre hace falta mucha suplementación deportiva (vitaminas, minerales, y otros nutrientes).
Esto es falso, ya que aunque aumenta el gasto energético, también aumenta el consumo; además los deportistas suelen comer más cantidad y más sano que las personas sedentarias, por lo que tiene el riesgo de deficiencias es menor que en las personas «aficionadas» al sofá, por ejemplo.
– Los deportistas comen las misma cantidad de alimentos insanos que las personas sedentarias.
Falso. Estadísticamente las personas que hacen deporte, al tener menos tiempo para estar viendo la TV y jugando a diversos juegos de ordenador o consolas, su consumo de alimentos y bebidas típicas de esos momentos se ve muy reducida.
– Cuando se practica ejercicio, te puede entrar mucha hambre y acabas engordando.
Falso. Aunque se produzca un incremento en la sensación de apetito, existe siempre una ligera disminución de la ingesta calórica relativa al gasto. Así por ejemplo realizar unos 100 minutos de ejercicio al día se reduce la ingesta energética de unas 450 kcal/día, y de grasa (30 kcal/día). Esto es en gran parte al no tomar los típicos snack y demás productos ricos en grasa que se suelen consumir viendo la televisión o con otras conductas sedentarias.
– Es mejor el ejercicio corto e intenso, de forma esporádica.
Falso. Este tipo de ejercicio lo único que hace es quemar glucógeno, con lo que aumenta la combustión de glucosa, que se recupera a las 24-48 horas siguientes al ejercicio. Sin embargo, si realizas un esfuerzo habitual de intensidad moderada, y de duración más prolongada, consigues quemar grasa. Esta movilización de la grasa corporal resulta mucho más beneficiosa tanto desde el punto de vista de la salud como del de controlar de peso corporal de forma estética.
Para terminar
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¡Nos vemos en la siguiente entrada!