¡Bienvenido a un nuevo artículo por nuestro blog! Si lo recuerdas hace unos días te contamos un post muy interesante sobre cuándo era el momento adecuado para cambiar de toallas y sábanas en casa, y hoy querríamos hacer algo bastante especial: explicarte cómo, cuándo, cuándo y por qué has de ventilar tu casa para proteger tu salud. Sabemos que éste es un tema que está en manos del saber popular, pero también sabemos que son pocas las personas que realmente comprenden la importancia de esto y algunos de sus puntos más críticos, por lo que esperamos desvelar todas las dudas que puedas tener con respecto a este tema.
¿Por qué es importante ventilar?
Ventilar es muy importante porque se trata de una acción que, bien o mal ejecutada, tiene muchas consecuencias directas para nuestra salud y la de nuestra familia. Ten en cuenta que pasamos muchas horas en casa (unos más que otros) entre comer, dormir, estudiar, estar con la familia, hacer deporte, protegernos del clima, ver la tele, jugar a videojuegos, etc. por lo que resulta fundamental que la calidad del aire y del ambiente sea la mejor posible para no causar problemas de salud.
Has de recordar que en cuenta que en casa estamos rodeados por muchos elementos contaminantes, microorganismos, partículas en suspensión, que de no ser controladas pueden causarnos unas consecuencias terribles.
¿Qué partículas hay en suspensión en cada casa?
Ahora bien, para ponerte un poco en perspectiva sobre lo que te acabamos de decir, vamos a enumerar algunas de las cosas que puedes encontrarte en el ambiente de toda casa:
- Partículas en suspensión: polvo, ácaros, pelo (humano y de animales), ceniza, polen, etc.
- Sustancias químicas: productos de limpieza, CO2 cigarrillos, pesticidas, sustancias que emanan de los muebles, vapores de las velas de parafina, pinturas, restos de materiales de construcción, aerosoles, elementos plásticos, aparatos eléctricos varios, etc.
- Agentes biológicos: bacterias, virus, partículas de moho, hongos, olores de las comidas y otros microorganismos.
Los dos primeros puntos anteriores son fuentes de todo tipo de alergias, y tanto el segundo como el tercero pueden causar muchas enfermedades. Sea como sea las consecuencias que tiene sobre nuestro cuerpo el no ventilar la casa, nunca son positivas.
¿Qué sucede si no ventilamos?
Genéricamente podríamos decir que, entre otras cosas, causa lo siguiente:
- Problemas de insomnio.
- Aumenta mucho la probabilidad de caer enfermos con más facilidad y de que la recuperación resulte mucho más lenta. Unas de las enfermedades más típicas surgidas a raíz de ventilar mal son las respiratorias.
- Debilita el sistema inmunológico.
- Produce asma.
- Puede causar mareos.
- Genera muchos problemas de alergia y dermatitis.
Ten en cuenta que tanto el calor como la humedad ayudan a que los microorganismos se reproduzcan y multipliquen (ya que se genera un ambiente muy propicio para ellos), de forma que el no ventilar crea ese ambiente hostil para nosotros y que además así se favorece que las sustancias tóxicas que mencionamos hace un par de puntos, se asienten en el ecosistema del hogar produciéndonos todo tipo de malestares, teniendo como consecuencias las que acabamos de señalar (y muchas otras que no hemos dicho para tampoco parecer alarmistas).
¿Cada cuánto hay que ventilar? ¿Cuál es el mejor momento del día para hacerlo?
La respuesta es muy sencilla: hay que ventilar todos los días, siendo por la mañana (justo después de habernos despertado) el mejor momento para hacerlo. La explicación para ello es bastante sencilla también. Para empezar hay que ventilar todos los días porque la acumulación de los agentes biológicos, químicos y partículas es algo que no nos da tregua, y durante 24 horas suceden muchas cosas que, aunque no podamos ver, no podemos ignorar. Además la mañana es el mejor momento para ventilar por dos razones:
- En el interior del hogar. Es cuando hay mayor concentración de CO2 en la casa al haber estado toda la noche con las ventanas cerradas y especialmente por haber estado tanto tiempo en nuestras habitaciones. Además es un momento crítico del día al haber una gran concentración de bacterias y microorganismos (algo particularmente importante si hay alguien enfermo en casa).
- En el exterior del hogar. Es cuando hay una menor contaminación ambiental pues hay menos vehículos en circulación y fábricas en funcionamiento y también hay una menor concentración de polen (algo fundamental para las personas con problemas de alergia). Las horas centrales del día son las que acumulan el mayor pico contaminante.
Si bien en invierno es una tarea que puede resultar un tanto dura por el frío que hace en el exterior, en verano resulta especialmente importante porque éste sería el momento más fresco de toda la jornada y posteriormente durante el día algunos terminamos abusando del aire acondicionado y los ventiladores (por lo que si la calidad de la aire no es la mejor, estas acciones pueden causar mucho daño para nuestra salud).
¿Cuánto tiempo es necesario ventilar?
Generalmente se suele recomendar el ventilar entre diez minutos y una hora por estancia, así que lo más adecuado sería una media hora aproximadamente (aunque todo depende de la corriente que llegue a generarse mientras ventilas).
Algunos consejos para ventilar la casa
Hay que establecer una corriente eficiente para que la ventilación sea óptima y si puede ser, en toda la casa a la vez y no habitación por habitación. Esto se debe a que si lo vamos haciendo de estancia en estancia, al final podemos pasar una cantidad importante de aire viciado entre habitaciones y al no producirse una corriente de aire la ventilación puede no ser la más adecuada.
Si te encuentras en invierno, procura vestir de forma adecuada cuando vayas a ventilar. De otra forma podrías pasar frío, debilitando tu sistema inmune o causando que cierres las ventanas antes de haber ventilado adecuadamente. En cualquier caso ninguna consecuencia sería positiva. Es una época muy delicada para no ventilar, ya que al utilizar chimeneas, estufas, mantas y otros sistemas de calefacción, se produce un caldo de cultivo muy propicio para que se multipliquen los microorganismos.
Cada vez hay casas más eficientes, inteligentes y pensadas para que nos ayuden a tener un ambiente más limpio de forma pasiva pero a día de hoy sigue siendo nuestra propia acción la que determina en la mayoría de los casos que tengamos un aire de calidad adecuada en casa. Por ello trata de ser constante ventilando.
Si vas a cambiar las sábanas de tus dormitorios, lo mejor es primero quitar las viejas, para luego dejar ventilar la habitación bien y así terminar por poner el nuevo juego.
Dos consecuencias negativas que puede tener el ventilar, es que en primer lugar se pueden generar más pelusas y que luego puede que tengas que calentar un poco la casa. Siendo una persona cauta y constante en tus labores del hogar no tendrías que tener más problemas para limpiar. Luego, ventilando de forma adecuada no debería notarse demasiado el gasto energético para aclimatar de nuevo las habitaciones. Ninguna de estas consecuencias deberían disuadirnos para no ventilar.
Para terminar
¡Hasta aquí ha llegado el artículo de hoy! ¡Esperamos que te haya gustado! La verdad es que cada vez estamos más interesados en escribir sobre asuntos que tengan que ver con pequeños gestos que puedan ayudar a mantenerte sano en casa, por lo que vamos a seguir con esta labor, elaborando nuevos posts curiosos y útiles. ¡Si tienes alguna duda o sugerencia puedes escribirnos en comentarios!
¡Nos vemos en la siguiente entrada!