Ahora que llega el verano y con él los baños en la playa, las tardes de sol en los veladores, las salidas y las vacaciones, queremos que nuestros ojos nos acompañen en este nuevo ritmo de vida y muchas veces nuestras gafas nos crean limitaciones. Para resolver este problema y que nada nos impida hacer lo que queramos, tenemos a nuestra disposición una solución cómoda y económica: las lentes de contacto (lentillas).
A continuación vamos a comentarte los distintos tipos que existen según el reemplazo, para que tengas toda la información posible a la hora de escoger unas u otras.
Tipos según el reemplazo
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Diarias
Lentes de un solo uso. No se guardan, sino que se desechan al final del día; por tanto no necesitan ningún tipo de mantenimiento ni limpieza por parte del usuario. A excepción de la limpieza básica de manos antes ponerlas o quitarlas.
Actualmente estas lentes cubren todo el abanico de graduaciones que hay, desde esféricas (miopías e hipermetropías), pasando por las lentillas tóricas (para usuarios astigmatas) y las multifocales para los présbitas.
Son las más saludables e higiénicas, ¡ya que cada vez usas una lentilla nueva!
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Mensuales
Éste es el tipo de lente más usada entre la población. Duran aproximadamente unos 30 días desde su apertura (que no son de uso, sino una vez abiertas, no las pongamos o no) y su uso va desde 1 hora hasta las 24 del día si fuera necesario.
Como se usan durante un mes completo, requieren unas pautas de limpieza e higiene mucho más estrictas. Así necesitarás usar soluciones de calidad, que nuestro optometrista prescribirá según el material seleccionado y tus necesidades oculares.
¿Qué nos interesa usar en verano?
En verano, no solo nos bañamos en la playa y en la piscina, sino que estamos más tiempo al aire libre, favoreciendo la exposición a bacterias, hongos y otros agentes infecciosos o irritativos. Por ello tienes que atender mucho a la higiene y al cuidado de tus ojos y lentes.
Puedes usar todos los tipos de lentillas que comentamos anteriormente indistintamente, e incluso puedes intercalar su uso con tus gafas habituales.
Por ejemplo:
- Si eres usuario habitual de gafas y te gustaría usar lentes de contacto en los días que tengas actividades, una lentilla diaria es la solución ideal, ya que no te preocupas de limpiarla, ni de su caducidad y el coste para un uso esporádico no es demasiado elevado.
- Si usas lentillas mensuales, puedes emplear las de uso diario para los días que vayas a la playa y a la piscina, puesto que con el agua salada y con los productos clorados de las piscinas, las lentes se estropean más. De este modo las mensuales te resultarán más saludables durante el resto de su vida útil.
Si tienes dudas, te gustaría que escribiésemos sobre algún tema en concreto, o quiseras mostrarnos alguna sugerencia ¡déjanoslo en los comentarios!
Carmen Díaz Zamorano. DOO Col.18489