Siguiendo con la serie de entradas en las que estoy tratando asuntos relacionados con la nutrición (y especialmente tras el espectacular acogimiento que ha tenido la entrada sobre el Índice Glucémico), hoy he creído que era un buen momento para escribir sobre uno de los aspectos que más preocupan a quienes procuran cuidar su alimentación: los hidratos de carbono.
¡Seguro que has oído hablar de ellos! Están en nuestro lenguaje cotidiano, en revistas, blogs, libros de cocina, televisión y también en las tablas nutricionales de cualquier producto.
¿Qué son?
Son conocidos comúnmente como azúcares, aunque no todos son dulces y ni siquiera todos los digiere el cuerpo humano. Los puedes encontrar en multitud de alimentos: dulces, en el pan, la pasta, el arroz, etc.
¿Cuál es el problema?
A pesar de que en las dietas se tiende a restringirlos, es importante que sepas que sólo aportan unas 4 kcal por gramo, mientras que las grasas aportan más del doble (9 kcal por gramo). De todas formas, en cualquier dieta de adelgazamiento lo principal es que reduzcas el consumo de alcohol, ya que aporta 7 kcal por gramo, y no solo eso, ya que todas las calorías que aporta se denominan «calorías vacías«, pues no aportan ninguna función más que la energética. Solamente sirven para engordar. Por ello, no hemos de identificar a los hidratos como nuestro principal enemigo a la hora de adelgazar.
La importancia de los hidratos de carbono
Volviendo de nuevo a los hidratos de carbono, y para que veas la importancia que tiene tomar alimentos que los contengan, aquí están algunas de sus funciones:
- Energética: se absorben y constituyen un combustible inmediato para el cuerpo. Los que no se consuman, pasan a formar grasa y a acumularse en el cuerpo, de ahí la importancia de no comer más de lo que se necesita.
- Ahorro de proteínas: cuando se consumen pocos hidratos de carbono, el cuerpo empieza a usar las proteínas que tenemos para obtener energía. Esto puede provocarnos cierta debilidad. Además, es una gran equivocación no consumir hidratos, porque el tejido nervioso, el cerebro, la retina y los glóbulos rojos necesitan azúcar directamente de la dieta para funcionar debidamente.
- Regulación de las grasas: para poder eliminar las grasas correctamente es necesario comer hidratos de carbono, si no se producen sustancias que provocan el olor en el aliento típico de las personas que están con dietas inadecuadas (aquí te dejamos un enlace para que veas qué alimentos tomar para evitar el mal aliento).
- Forman parte de moléculas de gran importancia, como es el ADN.
- Regulan las funciones intestinales, ya que alimentan a la microflora bacteriana, es decir, a las bacterias buenas que tenemos en el intestino que nos protegen frente a infecciones. Además hay muchos hidratos de carbono que el cuerpo humano no es capaz de digerir, y su función es la de laxante, al aumentar el volumen y la velocidad del tránsito intestinal.
- Efecto sobre la saciedad: cada vez hay más estudios que demuestran que algunos alimentos son capaces de hacernos sentir llenos más tiempo. Esto no es exclusivo de los hidratos de carbono, por ejemplo el aceite de oliva, al estar relacionado con la grelina, actúa haciéndonos sentir más llenos y mucho más tiempo, en comparación al resto de los aceites, como es el caso del de girasol.
- Ayudan a eliminar del hígado algunos fármacos.
- Facilitan la digestión y absorción de las grasas, al formar parte de la bilis.
Así espero haberte ayudado a no hacer nunca dietas drásticas que quiten importantes elementos de la dieta. Recuerda que todos hay que tomarlos en una correcta proporción, ya que es igual de malo el exceso como la falta de algunos alimentos y nutrientes.
¿Tienes alguna duda sobre los hidratos de carbono? ¿Y sobre otro tipo de nutrientes? ¿Te ha gustado el post? ¿Qué te están pareciendo los posts sobre nutrición? ¿Tienes sugerencias para futuras entradas? ¿Cuáles?
¡Gracias por estar ahí!
Photo credit: Earthworm / Foter / CC BY-NC-SA