¡Bienvenido a un nuevo artículo por nuestra página web! En esta ocasión querría hablarte sobre algo que produce una gran preocupación entre muchos padres y confusión en gran parte de la sociedad en general: los terrores nocturnos. En este post te voy a explicar qué son, cómo identificarlos y qué hacer en esas situaciones, especialmente si se da en los más pequeños de la casa.
¿Has oído hablar de los terrores nocturnos?
Es posible que los hayas presenciado pero que no sepas que se llaman así, si los has visto, sabrás identificarlos con lo que voy a contarte porque son muy llamativos.
¿Qué es el terror nocturno? ¿Quién los sufre?
Es un trastorno del sueño en el que una persona se despierta o parece despertarse completamente aterrorizada.
Los que más los sufren son los niños entre 3 y 7 años, a partir de los 10 años tienden a espaciarse mucho y en la mayoría de los casos después de esa edad suelen desaparecer.
Pueden ser hereditarios, y en el caso de los adultos se presenta con más frecuencia en estados de alta tensión emocional o tras el consumo de alcohol.
En los niños pueden darse en caso de fiebre o de falta de sueño, pero muchas veces no hay una causa aparente.
¿Son como las pesadillas?
No, no tienen nada que ver. No se producen en la fase REM del sueño, con lo que aparecen a las 2 o 3 horas de conciliar el sueño y no son miedos conscientes y muchas veces ni siquiera irracionales. Y las personas en el momento que los sufren no se les puede razonar ni consolar, y a menudo ni lo recuerdan al día siguiente. Además no están relacionados con películas de miedo ni nada parecido que haya podido verse o hablarse antes de dormir y que luego te influya. Eso sí son pesadillas.
¿Cómo saber si un niño tiene terrores nocturnos?
A menudo se observan estas reacciones:
- En el primer tercio de la noche, el niño grita, está asustado y a menudo confundido, puede incluso golpear a los de su alrededor y hacerse daño a sí mismo sin querer, ya que no es consciente de su entorno.
- Puede que no sea capaz de responder cuando se le habla, se lo consuela o se lo despierta.
- Puede sudar, respirar muy acelerado y tener los ojos abiertos.
Normalmente dura esto de 10 a 20 minutos y luego el niño se duerme de nuevo, no recordando normalmente nada al día siguiente, incluso aunque haya llegado a caminar dormido.
¿Qué hacer cuando te encuentras con un niño al que le pasa esto?
Lo mejor es esperar pacientemente a que el niño se tranquilice solo y vuelva a dormirse, no suele hacer falta consolarlo ni hablarle porque realmente está dormido y no entiende lo que le dices. Siempre debes intervenir si ves que puede hacerse daño.
Si los episodios continúan, te recomendaría que lo llevases al médico, normalmente sólo evalúan rutinas e intentan establecer otras para evitar que le suceda de nuevo, pero siempre es mejor que lo vea un facultativo y que estudie el caso concreto, ya que no todos somos iguales, y la forma de tratar esto tampoco.
Para terminar
¡Hasta aquí llega el artículo de hoy! Espero que te haya servido como una pequeña guía para que sepas cómo identificar los terrores nocturnos, especialmente en niños, y cómo has de actuar cuando lo veas. Muchas veces saber estas cosas ayuda a que los padres y familiares se tranquilicen y puedan así cuidar a los niños un poco mejor.
¡Nos vemos en la siguiente entrada!